La mala noticia es que la UE sale perdiendo en el pacto arancelario con EEUU. La buena es que España sale relativamente airosa

La mala noticia es que la UE sale perdiendo en el pacto arancelario con EEUU. La buena es que España sale relativamente airosa

La Unión Europea ha aceptado un arancel del 15% sobre sus exportaciones a Estados Unidos. Aunque aún faltan detalles sobre el acuerdo —como los que afectan al sector de la automoción, farma y semiconductores—, esto aclara de forma importante las bases sobre las que se asentará el comercio entre ambas regiones. Entre las perguntas obvias, hay una inevitable para nosotros: cómo afectará esto al sector tecnológico en Europa y, particularmente, en España.

El acuerdo. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, explicaba en su comunicado cómo el comercio entre EEUU y la UE tiene un valor de 1,7 trillones de dólares anuales y aglutina a 800 millones de personas. Los datos clave del acuerdo son importantes.

Arancel unificado del 15%. La amenaza que pesaba sobre Bruselas era de unos aranceles del 30%. El incremento es considerable respecto a la situación previa a la guerra comercial iniciada por Donald Trump. El acuerdo se parece mucho al alcanzado entre EEUU y Japón hace unos días. Washington ya aplicó a la UE los (falsos) «aranceles recíprocos con un 10% adicional al 4,8% general que ya gravaba los productos europeos que entraban en EEUU antes de esta escalada. Aun así el arancel es mucho más alto que en el pasado: según la Organización Mundial del Comercio, antes de que Trump llegara a la presidencia el arancel medio que EEUU aplicaba a bienes extranjeros era del 2,2% mientras que el de la UE era de un 2,7%.

Más y más cesiones de la UE. No habrá una imposición similar para productos estadounidenses que compre Europa. Además:

Europa deberá comprar energía (sobre todo, gas natural licuado, LNG por sus siglas en inglés) a EEUU por valor de unos 640.000 millones de euros a lo largo de tres años. Von der Leyen, eso sí, ha presentado la cifra como una forma de desvincularse más del crudo y gas ruso.
Habrá también compromiso de inversión europea en el sector armamentístico de EEUU, pero no hay cifras. Trump indicó que la UE invertirá 600.000 millones de dólares adicionales a las inversiones actuales, pero no aclaró si en esa cantidad se incluyen esas citadas inversiones en equipamiento militar.

Reequilibrio comercial. El déficit comercial de bienes de EEUU con la UE fue de 235.600 millones de dólares en 2024 según datos de la Oficina del Censo de EEUU: Europa «salía ganando» hasta ahora, pero esa situación se «reequilibrará» a raíz del acuerdo, como destacó Von der Leyen. Hay que tener en cuenta que ese déficit de EEUU ya se equilibraba con el intercambio de servicios digitales, en el que EEUU tiene una ventaja competitiva que supuso algo más de 100.000 millones de euros con datos de 2023.

Automoción. La industria de la automoción ha estado especialmente presente en las negociaciones. Según la presidenta de la Comisión Europea, «no deberiamos olvidar de dónde venimos, hoy los coches pagan 27,5% y hemos logrado bajarlo al 15%. Es lo mejor que podíamos lograr». Gigantes de la automoción alemanes como Volkswagen, Mercedes y BMW fueron por ejemplo muy impactados por esos aranceles del 27,5%. España no fabrica coches que se exporten a Estados Unidos, lo que hace que el impacto en este caso sea nulo.

Malas noticias para la siderurgia. En el acuerdo, eso sí, también hay excepciones negativas. Así, se mantienen los aranceles al acero y aluminio al 50%, algo que daña a uno de los sectores importantes de la industria española y desde luego a la europea. La UE ya respondió a esos aranceles donde más dolía: en la soja. Sin embargo, queda por ver también si hay nuevos detalles que impacten en esa situación concreta en el futuro. Von der Leyen señaló no obstante en el comunicado de la CE que en esas materias «La UE y los Estados Unidos se enfrentan al reto externo común del exceso de capacidad mundial. Trabajaremos juntos para garantizar una competencia mundial leal. Y para reducir las barreras entre nosotros, se reducirán los aranceles. Además, se establecerá un sistema de cuotas», pero no se dieron datos concretos al respecto.

España, poco afectada. Como señaló el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, España es un país poco afectado por el arancel porque nuestras exportaciones a Estados Unidos son del 4,7%, una de las cifras más bajas de Europa. El impacto según él será «moderado», aunque puede que futuras clásulas afecten negativamente a esa situación. Aunque en el ámbito tecnológico las exportaciones españolas sean reducidas, hay sectores como la maquinaria eléctrica o los componentes de automoción que verán reducida su competitividad.

Semiconductores. A falta de detalles, los aranceles del 15% se aplicarán igualmente a productos del sector farmacéutico y el de los semiconductores, pero según el comunicado de la Comisión Europea, el arancel «no se aplicará en la industria de la aviación, algunos chups, materias primas críticas y algunos productos agrícolas». No hay datos específicos sobre el alcance de esas exclusiones de los araceles, y parece claro que este acuerdo tiene aún flecos notables que podrían causar un impacto sensible en todo tipo de sectores y empresas.

Gigafactorías de IA. La Unión Europea anunció en febrero el proyecto Invest AI para crear «gigafactorías» de IA con decenas de miles de chips de IA. Esos proyectos han formado parte del acuerdo comercial, porque en el comunicado de la Comisión Europea se especifica que «los chips de IA de EEUU ayudarán a potenciar nuestras gigafactorías de IA y ayudarán a EEUU a mantener su ventaja tecnológica». El acuerdo parece que entre otras cosas podrá estimular la creación de esos centros de datos en Europa y España.

Tu móvil y tu portátil (probablemente) subirán de precio. Pero el impacto más evidente —y prácticamente inevitable— será el de la subida de precios. Aunque Donald Trump estableció exenciones para equipos electrónicos como móviles y ordenadores en abril, también aseguró que revisarían esta materia. En el acuerdo con la UE se habla de exenciones a los aranceles para semiconductores como los que ya se anunciaron en ese momento, pero no hay datos específicos que aclaren si este tipo de productos estarán o no libres de aranceles. Aquí no solo están afectados los consumidores, sino desde luego las empresas: los costes operativos del equipamiento informático también subirán, y eso reducirá los márgenes de estas compañías.

Fin a (casi toda) la incertidumbre. El acuerdo, como señalaba la mandataria europea, «crea más predicibilidad para nuestros negocios». La incertidumbre sobre qué podía pasar con los aranceles era una losa para empresas europeas y estadounidenses, que ahora podrán planificar sus esfuerzos e inversiones de forma mucho más clara.

Imagen | World Economic Forum

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La noticia

La mala noticia es que la UE sale perdiendo en el pacto arancelario con EEUU. La buena es que España sale relativamente airosa

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Xataka

por
Javier Pastor

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